La #COP21, nada serio: Si los líderes han fallado, ¿Cambiaremos de líderes?

Los titulares de la COP21 son muy variables. Desde el «acuerdo histórico para luchar contra el calentamiento» o el «enorme» de Obama, hasta el «acuerdo decepcionante» de Ecologistas en Acción, o los «compromisos insuficientes» de Greenpeace.

Lo bueno es que en la COP21 de París 2015 se ha aprobado el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático: casi toda la humanidad (196 países) se compromete a contaminar menos para limitar a 1,5ºC el calentamiento global.

El compromiso es importante, pero no habrá sanciones para los que incumplan sus compromisos, y encima se permiten hacer trampas, como la compraventa de emisiones o las técnicas de captura y almacenamiento geológico. ¿Pero para qué hacer trampas si puedes hacer lo que quieras sin sanciones?

No tranquiliza, en absoluto, que exista un comité de cumplimiento que advierta a los países si van o no por mal camino, pero sólo como advertencia y sin que tenga ninguna consecuencia. Es decir, el acuerdo de la COP21 no garantiza NADA. Cada país podrá ahora, igual que antes, hacer lo que le parezca oportuno, y además no hay medidas concretas para conseguir el objetivo. Pongamos unos ejemplos que hubieran marcado una clara diferencia:

1. Transporte: limitar el tráfico aéreo y marítimo, prohibir la fabricación de coches diesel, o poner un buen impuesto a la publicidad de automóviles, por citar unos ejemplos claros.
2. Energía: El texto de París no menciona los combustibles fósiles. Increible, pero cierto. Por tanto, nada dice de:
   • prohibir el fracking,
   • planificar el cierre de centrales de carbón y nucleares,
   • dejar en el subsuelo combustibles fósiles,
   • aumentar las renovables: obligar al autoconsumo con Balance Neto (muy mal tratado por los sucesivos gobiernos del PP en España), establecer porcentajes mínimos de renovables en N años, así como acordar la financiación de energías renovables en países en desarrollo.
3. Derechos Humanos: reconocer los derechos de los indígenas y los derechos humanos, en general, ante el cambio climático, estudiar los casos más vulnerables y prometer soluciones.
4. Universalidad: dotar de medios para ser un acuerdo universal, vinculante, y con sanciones si se incumple.
5. Alimentación: informar a los pueblos de las implicaciones del consumo de carne y pescado e intentar reducir el consumo de este tipo de alimentos.
6. Trabajo: estudiar si una nueva concepción del trabajo y de la jornada laboral es precisa para virar el rumbo del sistema económico insostenible actual.
7. PIB e IPG: comprometerse los firmantes a dejar de usar el PIB y pasar a usar el IPG para medir la bonanza en el desarrollo de un país. Hay que conseguir una vida digna para todos, y no más riqueza desigual en un planeta en crisis.
8. ¿Crecimiento en qué? Hubiera sido deseable una mención expresa a la importancia del decrecimiento mostrando expresamente la enorme dificultad que entraña lo que indica el artículo 10, es decir, «promover el crecimiento económico y el desarrollo sostenible«, el cual lo supedita sólo a la innovación. Esto  demuestra la obsesión por el «crecimiento» de los que redactaron el acuerdo parisino. Ni saben, ni quieren saber nada del IPG. Confían en que alguien invente algo que nos salve.

En vez de reducir las emisiones, se plantéa la compensación de las emisiones, cuando sabemos que eso no funciona. El acuerdo de París renuncia, en definitiva, a atajar el calentamiento del planeta de forma contundente, y ni siquiera menciona ni sigue de algún modo las recomendaciones del Papa Francisco. Por tanto, la globalización económica y financiera, causante de un sistema depredador e injusto, podrá seguir como hasta ahora (el TTIP no está amenazado, por poner un ejemplo más).

Por desgracia, no podíamos esperar mucho teniendo de comisario de Acción Climática de la UE nada menos que a Miguel Arias Cañete, bien conocido en España como amante de los coches y propietario de empresas del petróleo.

Lo visto en París no es un acuerdo digno de líderes que lideren, sino de marionetas de la industria contaminante. Si no nos gustan estos líderes, deberíamos cambiarlos.

Más información:

1. Texto del acuerdo sobre Cambio Climático de la COP21, a 12 de Diciembre de 2015.
2. Gran análisis de la COP21, por @SamuelMSosa.
3. París, un acuerdo decepcionante que desoye a la ciudadanía, por Ecologistas en Acción.
4. Reacción de ATTAC Francia al Acuerdo de París.
5. ACUERDO COP21: Punto de partida para el abandono de los combustibles fósiles pero con compromisos insuficientes para lograrlo, por GREENPEACE.
6. Las multinacionales podrán tener más poder: el que le pueden dar acuerdos como el TTIP, y el que les dan los ciudadanos cada día.
7. Si tú quieres luchar contra el Cambio Climático te sugerimos primero 4 acciones simples y muy efectivas, y luego más ideas, todas factibles.
8. DESCUBRE cómo pagar en tu casa por electricidad renovable, y resuelve tus dudas.
9. Ventajas e Inconvenientes de las Energías Sostenibles: Las Renovables no siempre son Ecológicas.
10. IPG, un PIB Alternativo, para Medir y Decidir Bien: NO QUEREMOS CRECER COMO CHINA.
11. Libro “Ciencias Ambientales: Ecología y Desarrollo Sostenible” por Nebel/Wrigth (Resumen).
12. La Vergonzosa Política Energética del Gobierno del PP (Partido Popular) de España.
13. Comer Carne Destroza el Planeta (y a los Animales).
14. ¿Cómo ven los ecologistas el Acuerdo de París?
15. Medidas alternativas al desastroso PIB: el Crecimiento Económico no implica Crecer en Bienestar.