Empatía hacia lo(s) demás

La imagen más dura del drama de los refugiados

El drama de los refugiados se refleja muy bien en el reportaje de Jordi Évole, «Sin noticias de Europa» (recomendamos encarecidamente que no te lo pierdas).

Los europeos, centrados en su concepto de crisis y en sus miedos, no dan respuesta a los refugiados que llegan huyendo de una guerra en la que las armas las venden, precisamente, países ricos. Y eso que son muy pocos los refugiados que llegan, si los comparamos con los que llegan a Líbano, por ejemplo, donde 1 de cada 4 habitantes es un refugiado sirio. Ante tan inmenso drama, Europa permanece mirándose su ombligo, ajena a otro problema más que se le viene encima, intentando poner un parche a un problema que merece cambios estructurales serios por conciencia, por responsabilidad… y también para evitar males mayores.

La decadencia está servida. En un mundo cada vez más degradado no podemos pretender vivir mejor, ajenos a los problemas más allá de nuestras fronteras. Ya hemos hablado de inmigración y de las dos erres, dos soluciones «clave» para mitigar los problemas ambientales, de pobreza, y de desigualdad. Pero… ¿le importan a un número suficiente de personas? Aún, no.

Algunos proclaman las raíces cristianas de Europa cuando se toma alguna medida laica como quitar símbolos religiosos de lugares públicos, pero no se les oye proclamar las mismas raíces cristianas para ayudar a los refugiados. La Biblia habla claro: «Fui forastero y me acogisteis» (Mt. 25, 35). Pero… ¿Qué significa ser cristiano? ¿No sería cristiano salir a atender a los refugiados y exigir que se hiciera algo urgentemente, aunque tuvieran que tomarse medidas drásticas (eliminar el senado, poner un salario máximo, reducir fraude fiscal, eliminar paraísos fiscales…)?

Si no somos capaces de sentir empatía hacia los demás seres humanos, ¿cómo podemos llegar a sentir la necesaria empatía hacia todo lo demás (animales, plantas, ecosistemas, ríos, mares…)?

Decimos que esta empatía es necesaria, porque necesitamos todo lo demás para vivir. Es muy posible que la especie humana, no se extinga debido al enorme poder de adaptación que tiene, pero la calidad de vida alcanzada en los países industrializados podría empeorar para todos, salvo que hagamos algo serio (que no es que nos pasemos a usar coches eléctricos).

Un ejemplo de la mentalidad que hay que cambiar

A través de la red social Twitter, difundimos un tuit pidiendo a los gobernantes que eviten que grandes magnates compren nuestros árboles centenarios. Pagan bien, pero muchos de esos árboles mueren por el traslado, y en el mejor de los casos, organismos vivos maravillosos, patrimonio natural, son trasladados a miles de kilómetros de su lugar de origen.

Un tuitero nos contestó diciendo que si los árboles eran de propiedad privada, sus dueños podían venderlos libremente (aunque murieran). Tal vez las leyes se lo permitan, pero nuestra respuesta fue simple: «Si eres capaz de ver la maravilla de esos árboles, entenderás que DEBEN SER de todos (o de nadie). Si no, NO.»

Al final, todo se traduce en si vemos o no «detalles», que están delante de nuestros ojos, pero que, por algún motivo, no todo el mundo ve. ¿Lo ves?

¿Seremos capaces de abrir los ojos como sociedad,
o seguiremos siendo una sociedad miope?

La cumbre COP21 de París debería haber dado algunas respuestas, pero poco más de un acuerdo sin compromisos serios vinculantes es lo que han hecho: Mira más AQUÍ.

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2. Repertorio de soluciones necesarias para superar la crisis económica y ecológica.
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4. LA CADENA VERDE: Lo que debemos hacer desde nuestro poder personal.
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6. Bosques, Siempre Sorprendentes.
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9. Las Cuatro Leyes de la Naturaleza.
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11. Todos los Árboles son Espectaculares.
12. Para resolver los problemas ambientales, de pobreza, y desigualdad: DOS ERRES URGENTES: Renta básica y Reducción de la jornada laboral.