El 97% del agua de la Tierra es salada, pero el 3% restante no es agua accesible porque la mayoría está en los polos, los glaciares, en grandes profundidades o en el aire. El agua dulce accesible es sólo el 0.4% del total. Si además tenemos en cuenta que muchísimos seres humanos no tienen fácil acceso al agua potable, entonces entenderemos que beber agua es un lujo muy saludable. Entonces, ¿por qué beber otras bebidas más caras, menos saludables y que requieren mayores gastos energéticos si podemos beber sencillamente H2O con sus impurezas naturales?
El acceso al agua potable es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad. Ha sido y, desgraciadamente, será fuente de conflictos en muchos lugares del mundo (Oriente Medio y África, quizás entre los más graves). Al menos la mitad de la población mundial no disfruta de un suministro adecuado de agua limpia y mientras se intenta paliar ese problema, la calidad de las fuentes de agua dulce se está deteriorando por culpa de la contaminación y de la sobreexplotación (Henry y Heinke, 1999). Poco importan los datos exactos, porque la cuestión importante es saber que son muchísimos los que no disponen de un suministro adecuado de agua y mueren por ello, pero los amantes de los datos pueden «disfrutar» con estos datos:
- Población Mundial (Febrero 2005): 6500 millones.
- Personas sin acceso a sistemas de saneamiento: 2600 millones.
- Personas sin acceso a agua segura: 1100 millones
- Muertes anuales por enfermedades infecciosas/parasitarias curables: 7 millones.
- Muertes diarias infantiles por enfermedades diarreicas: 3900 niños.
El teólogo Leonardo Boff dijo, en una entrevista, que hay dos cuestiones fundamentales por las que luchar: Alianza por el agua y alianza contra la guerra. Boff es uno de los fundadores de la teología de la liberación que ahora se desarrolla también como una eco-teología de la liberación.
El agua es un bien escaso y cada vez hay más gente que quiere consumir más agua. Como ejemplo sirva que en algunos países el consumo de agua por persona es de 4.5 litros diarios, mientras que en los hogares de algunos países industrializados se consumen unos 680 litros diarios por persona, y esta cifra sube a más de 6000 si se añaden los consumos indirectos (Nebel y Wrigth, 1999). Casi todos los grandes ríos del planeta están contaminados y en Europa están contaminados incluso los pequeños ríos. Muchos ríos y acuíferos están sobreexplotados, lo cual genera grandes problemas sociales y medioambientales. Por ejemplo, el mar Aral ha disminuido drásticamente su extensión y ha aumentado su salinidad, dejando pueblos pesqueros alejados de la costa y con un mar contaminado por pesticidas, fertilizantes y otros venenos químicos de la agricultura intensiva del algodón. El problema del mar Aral es otra triste herencia de la antigua U.R.S.S. Pero ese algodón se envía a Europa donde la gente consume ropa cada año a un ritmo frenético. ¿A quién le importa la moda?
Los bosques también son parte importante en el ciclo del agua y están gravemente amenazados (urbanización, incendios, la industria maderera…). Sin árboles, se erosiona la tierra y se producen inundaciones. Se secan los pozos. Crecen los desiertos. Estos problemas, por su importancia, se estudiarán en otros artículos.
El consumo de recursos (naturales y energéticos) por cada litro de agua es también bastante elevado si incluimos todo el proceso: construcción de pantanos, pozos y canalizaciones, desinfección o desalación, bombeo, depuración de aguas residuales…
Téngase en cuenta que los pantanos y trasvases tienen un enorme coste económico y ecológico, pues modifican el flujo natural del agua, modificando también el flujo de la vida y de los nutrientes que arrastra. El agua de un río no se «tira» al mar, sino que «alimenta» al mar y a la vida marina. El agua de un río no «pasa» sino que, pasando, va dando vida a su paso. Esto nos lleva a la conclusión de que cada vez es más necesario ahorrar agua, porque ahorrar agua es ahorrar agua, energía y naturaleza.
Para ahorrar agua hay muchas formas: Usar riego por goteo y regar en horas de poca evaporación, recoger agua de lluvia, usar plantas de jardín que requieran poca agua (xerofitas) en vez de césped y otras especies que necesiten mucha agua, comer menos carne y más frutas y verduras, cerrar ligeramente la llave de paso principal para disminuir la presión, usar las aguas grises para riego, escusados o lavado de coches… Las aguas grises son las ligeramente sucias de fregaderos, bañeras, lavadoras u otros usos. Cualquiera que se lo proponga puede encontrar mecanismos de ahorro ajustados a su persona.
Por supuesto, para ahorrar agua no sirve beber menos. Beber agua es muy bueno para nuestra salud y se aconseja beber bastante agua, especialmente en épocas calurosas. Pero a veces ocurre que aunque el agua sea accesible, los humanos prefieren otro tipo de bebidas artificiales. Y si en el mundo actual beber agua es un lujo, beber otras bebidas es aún más un lujo. No se trata de negar todos los lujos, sino de evitar que éstos sean cotidianos, para que uno aprecie el lujo cuando llegue y sepa disfrutar de ello.
Si tenemos presente que la cantidad de energía consumida para una bebida artificial es muy superior a la del agua, y sumamos los envases y su transporte, nos daremos cuenta de que la diferencia no es baladí. Por otra parte, muchas de estas bebidas artificiales contribuyen a las ganancias de grandes multinacionales que enriquecen las economías de los ya enriquecidos. Si pensamos que diariamente hay gente que muere por no poder acceder a agua potable en condiciones saludables, entenderemos que es un gran lujo incluso beber agua mineral embotellada si uno tiene acceso a agua corriente suficientemente saludable. Con ese agua y con frutas se pueden hacer otras bebidas naturales: zumos, limonada…
Puede haber diferentes opiniones sobre lo que es agua suficientemente saludable, cuánto de lujo es o a cuánto debe restringirse ese lujo. Pero mientras justificamos nuestra postura u opinión, alguna persona estará muriendo por no tener acceso a bebida alguna, ni natural ni artificial. Por consiguiente, si puedes, bebe agua, agua corriente.
Más info:
Pingback: AGUA, Derecho Ciudadano | BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…
Pingback: Encíclica para la Madre Tierra: “Laudato Si”, del Papa Francisco I (Resumen) | BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…
Pingback: Carro de Combate, Consumir es un Acto Político: Un libro para ir de compras responsables | BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…
Fernando Jaramillo, experto en huella hídrica: La producción de comida y electricidad, la agricultura y el transporte aumentan mucho el consumo de agua, y esto afecta al clima:
https://shar.es/16b9LR
Pingback: ¿Por qué es importante hacer un buen uso del agua? | BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…
Pingback: Málaga: Un foro para la sostenibilidad urbana, que es insostenible… #GreenCitiesMLG | BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…
Pingback: ¿AGUA o EXÓTICAS BEBIDAS ULTRA-AZUCARADAS?_______ «Un vaso de agua… del grifo por favor» | BlogSOStenible: Noticias medioambientales y datos… aportando soluciones
Pingback: Ríos con torniquetes eternos: ¡ABAJO LAS PRESAS INÚTILES! | BlogSOStenible: Noticias medioambientales y datos… aportando soluciones