Amor en Pareja: Mejore su Relación Fácilmente (libros clave resumidos)

Resumen de los 5 lenguajes del Amor de Gary ChapmanTodos buscamos AMOR. Los poetas y los filósofos han cantado y escrito mucho sobre el Amor. El mismo Jesucristo lo ensalzó: El amor a Dios se mide por nuestro amor al prójimo. Casi nadie puede vivir sin emparejarse y, sin embargo, en los colegios no nos enseñan ni a ser padres, ni a ser compañeros amantes. Pero el que quiera ser buen padre y buen cónyuge puede serlo. No basta con que haya AMOR. El amor es necesario, pero no suficiente… hacen falta también unos conocimientos simples que pretendemos aquí revelar. Con esos conocimientos, y la fuerza del amor, será fácil mejorar tu relación. Seguiremos básicamente la obra del terapeuta Gary Chapman en su libro «Los Cinco Lenguajes del Amor» (1992), con referencias al libro «Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus» (1992) del psicólogo John Gray. Estos dos libros de estos dos especialistas en terapia de pareja, deberían ser leídos por todas las parejas… Si no tienes tiempo ni para esto… al menos puedes leer este resumen… y verás como sacas tiempo para otras cosas mejores…

Gary Chapman afirma que «el deseo de amor romántico en el matrimonio está profundamente enraizado en nuestra estructura psicológica. (…) Mantener vivo el amor en nuestro matrimonio es un asunto muy serio» y «si queremos ser efectivos comunicadores de amor, debemos estar dispuestos a aprender el lenguaje amoroso más importante de nuestro cónyuge», pues «en el corazón de la existencia humana se encuentra el deseo de tener intimidad y de ser amado por otro. El matrimonio está diseñado para llenar esa necesidad de intimidad y amor». Son «una sola carne», según la Biblia. Los psicólogos afirman que «entre nuestras necesidades básicas están la necesidad de seguridad, de valor personal y de significado. El amor, se interrelaciona con todas ellas».

«El amor racional, volitivo, es
la clase de amor al que los sabios
siempre nos han llamado a ejercer»

Para Chapman, «la experiencia del enamoramiento no debe llamarse amor» por 3 poderosas razones: «No es un acto de la voluntad» (podemos propiciarlo y buscarlo, pero no controlarlo), «es algo sin esfuerzo» (manda más el instinto, y los esfuerzos se hacen sin esfuerzo, sin mérito), y porque «el que está enamorado no está genuinamente interesado en fomentar el crecimiento personal del otro». Tras el enamoramiento, que dura máximo 2 años, muchas parejas se enfrentan a dos opciones: Vivir juntos sin amor, o bien, separarse y probar de nuevo. Según Chapman, en EE.UU., el 40% de los matrimonios casados en primeras nupcias acaban en divorcio, en segundas nupcias fracasan más aún, el 60%, y en terceras aún más, el 75%. De los que consiguen estabilidad en algún matrimonio posterior al primero, puede que más que encontrar a la persona perfecta sencillamente hayan aprendido a relacionarse mejor, lo cual podrían haberlo hecho con su pareja anterior.

Lo importante es saber que hay una alternativa importante: «procurar encontrar el verdadero amor con nuestro cónyuge», en «un amor que junta a la razón y a la emoción», que «involucra un acto de la voluntad y requiere disciplina, mientras que reconoce la necesidad del crecimiento personal»: «Nuestra necesidad emocional más básica no es enamorarnos, sino ser verdaderamente amados por otro» (y amar), y «esa clase de amor requiere esfuerzo y disciplina. Es la decisión de emplear la energía en un esfuerzo que beneficie a la otra persona. Sabiendo que su vida será enriquecida por su esfuerzo, usted también encontrará un sentido de satisfacción: la satisfacción de haber amado verdaderamente a otro» y, por tanto, cuidar de sus intereses.

Chapman ha simplificado en cinco los lenguajes de amor principales, y ha corroborado con su experiencia que «rara vez un esposo y una esposa tienen el mismo lenguaje amoroso principal», por lo que muchas veces «nuestro cónyuge no entiende lo que estamos comunicando»… sencillamente ¡hablamos distinto idioma!. Por suerte, aprender los lenguajes del amor es más fácil que aprender un idioma hablado, basta con que haya auténtico amor, porque el amor hará que el resto del trabajo sea asequible. Chapman dice: «una vez que usted identifique y aprenda a hablar el lenguaje amoroso principal de su cónyuge, creo que habrá descubierto la clave para un matrimonio duradero y lleno de amor». Y nos advierte que «tendremos que esforzarnos para aprender un segundo lenguaje amoroso». Estos 5 lenguajes los resumimos a continuación, dejando claro que cada lenguaje puede tener muchos dialectos y variaciones que con amor podremos aprender:

Los 5 lenguajes del Amor, según Gary Chapman:
1. Palabras de afirmación.
2. Tiempo de calidad.
3. Recibir regalos.
4. Actos de servicio.
5. Toque físico.

 

1. Palabras de afirmación

Las personas con este lenguaje de amor principal requieren palabras estimulantes, de aprobación y de ánimo y así se sienten más motivados para retribuir. Se trata de hacerle ver a la otra persona que la valoramos, y que esa apreciación se mantiene en el tiempo. También es importante animarla a hacer sus proyectos, y hacer que la persona amada se sienta apoyada. Para ello «debemos primero saber qué es lo importante para nuestro cónyuge». «El amor es bondad. Por lo tanto, si vamos a comunicar amor verbalmente, debemos usar palabras bondadosas», incluso aunque lo que queremos comunicar sea algo doloroso. En vez de usar reproches, es mejor expresar cómo nos hemos sentido y qué cosas nos gustaría que hiciera nuestra pareja, pero que no suene a exigencias, sino a ofrecer información, porque «si queremos amarnos el uno al otro, necesitamos conocer lo que la otra persona quiere»… «el amor hace peticiones, no demandas». Si este es el lenguaje de amor de su cónyuge se trata de que intente verbalizar todo lo bueno que tenga y haga su pareja, y todo lo que usted ama a esa persona, tanto delante de ella como cuando no esté presente.

2. Tiempo de calidad

Mirarse mutuamente, conversar y darse atención completa por un tiempo es otra forma de comunicar amor (sin TV ni otras distracciones). «Un aspecto central del tiempo de calidad es la unión. No me refiero solamente a la proximidad… Unión tiene que ver con una atención completa entre los dos». Esta unión puede ser por medio de una «conversación de calidad», comunicando «experiencias, pensamientos, sentimientos y deseos», en un contexto amistoso, ininterrumpido y de intimidad. Por supuesto, se admiten preguntas con el deseo de entender los pensamientos, sentimientos y deseos del otro. Este es un lenguaje muy femenino, especialmente en el dialecto de la conversación. Muchas mujeres necesitan comunicar su interior, sus problemas, pero no esperan de su pareja consejos o soluciones, sino comprensión y sencillamente tiempo. Los hombres suelen estar entrenados para «analizar los problemas y buscar soluciones», olvidando que «el matrimonio es una relación, no un proyecto para ser completado, ni un problema para ser resuelto».

Hay una diferencia generalizada entre hombres y mujeres que el Dr. Gray resalta en su famoso libro: «Cuando un hombre está preocupado, se retira a su cueva interior y se concentra en la solución del problema. (…) Tanto se concentra en la solución de este problema que pierde por el momento la conciencia de todo lo demás. (…) A la mujer le resulta difícil en estos momentos aceptarlo, porque no sabe en qué medida él está agobiado. (…) El hombre no habla de sus problemas, y ella cree que no le hace caso,» pero lo mejor es respetar el estado alterado de ese momento. «Cuando las mujeres hablan de problemas (…) el hombre supone que la mujer lo considera a él responsable. (…) El hombre no sabe que ella se sentirá agradecida sólo con que él escuche. (…) No se da cuenta de que ella no espera de él una solución, sino sólo su atención y comprensión.» «Del mismo modo que para el hombre es una satisfacción examinar los complicados detalles que llevan a una solución, a la mujer le satisface comentar los detalles de sus problemas.» Gray generaliza diciendo que «los hombres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten necesarios. Las mujeres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten queridas».

Chapman asegura que «una relación pide un escuchar comprensivo, con el propósito de entender los pensamientos, sentimientos y deseos de la otra persona. Debemos estar dispuestos a dar consejo sólo cuando es solicitado, y no de una manera condescendiente» (en esto fallan mucho los hombres… ¡ojo!). Chapman explica cómo mejorar una conversación:

  1. Mantener contacto visual, sin distracciones, sin hacer otras cosas a la vez.
  2. Escuchar los sentimientos intentando comprenderlos, verificando lo percibido con palabras del tipo «Me parece que te sientes desilusionada porque…».
  3. Observar el lenguaje corporal (puños apretados, nerviosismo, ojos…).
  4. No interrumpa… su meta es descubrir sus sentimientos (no defender a nadie o juzgar): una interrupción romperá el hilo.

Por otra parte, especialmente los hombres deben aprender a comunicar sus sentimientos, más que hablar de pensamientos, pues las mujeres suelen agradecer y buscar esos sentimientos, esa intimidad que hacen que una relación sea única y especial, porque hablar de pensamientos se puede hacer con todo el mundo. Chapman da una idea interesante: «Una forma de aprender este nuevo patrón es estableciendo un tiempo diario de comunicación, en el que cada uno contará tres cosas que le hayan sucedido ese día, manifestando cómo se sintió». Otro dialecto de este lenguaje es «actividades de calidad«, que consiste en hacer cosas juntos: pasear, viajar, ver museos, plantar árboles, tareas de voluntariado… o hacer yoga.

3. Recibir regalos

Chapman resalta que este es un lenguaje universal e intercultural, aunque tal vez todos los demás también lo sean. «Este es uno de los lenguajes de amor más fáciles de aprender», y «no necesitan ser costosos ni deben ser semanales»: Lo que cuenta es más el detalle, el tiempo que invirtió pensando en la persona amada mientras hacía, buscaba o compraba el regalo. Puede ser una manualidad o un pequeño detalle. «La presencia física en el momento crítico es el regalo más poderoso que usted puede dar, si el lenguaje principal de amor de su cónyuge es recibir regalos».

Algunas personas son ahorradoras o austeras y les cuesta hacer regalos, pero deben descubrir qué les gusta a su pareja y entender que es una inversión en su felicidad.

4. Actos de servicio

Si su cónyuge usa este lenguaje como principal tendrá que «hacer cosas que usted sabe que a su cónyuge le gusta que usted haga». Se busca agradarlo sirviéndolo, para expresar su amor por esa persona, haciendo cosas para ella. Estos actos «requieren pensamiento, planificación, tiempo, esfuerzo y energía. Si se hacen con un espíritu positivo, son en verdad expresiones de amor», más importantes cuanto menos placenteros sean. El propio Jesucristo ensalzó el servicio a los demás como forma de amor (incluso lavando los pies a sus discípulos).

Los actos de servicio que deseemos de nuestra pareja debemos expresarlos sin exigencias: «las peticiones dan dirección al amor, pero las demandas detienen el flujo del amor». Pero lo que no debemos esperar es que nuestro cónyuge descubra lo que deseamos… hay que comunicarlo con buen talante y con paciencia si decide no hacerlo. «Con suficiente crítica usted puede conseguir que su cónyuge haga algo que usted quiere, pero no lo hará como una expresión de amor».

«Cada uno de nosotros debe decidir diariamente amar o no amar a su cónyuge. Si decidimos amar, entonces expresémoslo» de la manera más efectiva para nuestra pareja. El amante maduro sabe aceptar las críticas de su pareja pues «las personas tienden a criticar más a su cónyuge en el área en la que ellas tienen la necesidad más grande», por lo que una crítica nos está dando información sobre como comunicar amor a nuestra pareja… si queremos comunicarlo, claro.

Usualmente, cuando comunicamos amor a nuestra pareja, ésta está más dispuesta a devolvérnoslo. «La manipulación por medio de la culpa no es un lenguaje de amor. La coerción por el temor es ajena al amor».

En cualquier vía del amor, como en cualquier vía mística,
puede ayudar conocer dos vías orientales: Yoga y Tantra.

5. Toque físico

Chapman nos recuerda la importancia de transmitir amor físicamente, desde que nacemos. Los niños que son acariciados y besados desarrollan una vida emocional más saludable. El sexo es sólo un dialecto de este lenguaje, que puede hacer uso de todo el cuerpo. «El contacto físico puede producir o romper una relación. Puede comunicar odio o amor». Este contacto puede ser mediante un masaje, o mediante un leve roce al cruzarse, sentarse juntos, o besarse como saludo cotidiano… «el cuerpo es para tocarlo», sin abusar, por supuesto. «Si el lenguaje principal de amor de su cónyuge es el contacto físico, nada es más importante que tenerla entre los brazos cuando llora», pero también buscar a tu pareja para un abrazo, una caricia o un encuentro sexual. Para Chapman, un matrimonio abierto en este lenguaje es «descabellado» y por eso una infidelidad puede provocar «dolor emocional profundo» y «la intimidad se esfuma». Algunas personas, cuando descubren que el lenguaje de amor de su pareja es el «toque físico», comienzan a dar contacto físico a su pareja y observan que cambia «su personalidad y su espíritu». Aunque el sexo es muy importante para algunos de ellos, todos anhelan que su cónyuge llegue y los abrace. «La mayoría de los problemas sexuales en el matrimonio tienen poco que ver con las técnicas físicas, y mucho con la satisfacción de las necesidades emocionales».

Concluyendo

Seguro que muchos sabrán descubrir fácilmente su propio lenguaje de amor principal y el de su pareja. También es útil descubrir el orden de importancia de los demás lenguajes. Chapman nos sugiere preguntas: ¿Qué cosas de su cónyuge le duelen más?, ¿Qué le pide más su cónyuge o de qué se queja más?, ¿Cómo sería su pareja ideal?, o ¿Cómo expresa amor a su cónyuge?

Usualmente su forma de expresar amor es la forma en la que espera recibirlo pero sin embargo, normalmente el lenguaje de amor de su pareja será diferente, lo cual no es inconveniente, si usted sabe cuál es el lenguaje de su pareja y quiere aprender a hablarle en ese lenguaje.

Las parejas que quieran mejorar su relación deben medir su nivel de amor recibido. Chapman sugiere «jugar» a que cada miembro indique su nivel como un número entre 0 y 10. Salvo que sea 10, se preguntará cómo elevar el nivel de amor, y se responderá con sugerencias. Debe tener en cuenta que seguir esas sugerencias elevará el nivel de amor de su pareja, pero que será algo que requerirá esfuerzo y dedicación y, por supuesto, voluntad, pues no podrá verse como algo obligatorio. «Cuando nos decidimos por tener expresiones activas de amor en el idioma principal de amor de nuestro cónyuge, creamos un ambiente emocional que nos permite tratar con nuestros conflictos y fracasos pasados». Si alguien está emocionalmente vacío, puede buscar otra pareja, pero también puede dedicar ese esfuerzo en amar a su pareja actual y comunicarle su amor en su propio lenguaje.

Chapman nos aclara: «Llenar la necesidad de amor de mi pareja es una decisión que tomo cada día. Si sé cuál es su lenguaje principal de amor y decido hablarlo, sus necesidades más profundas serán satisfechas y ella se sentirá segura de mi amor. Si ella hace lo mismo por mí, mis necesidades emocionales serán satisfechas y ambos viviremos con un tanque de amor lleno. En un estado emocional de contentamiento, ambos mantendremos nuestras energías creativas para muchos proyectos interesantes fuera del matrimonio, y mantendremos nuestro matrimonio emocionante y floreciente». «Cuando una acción no es algo natural para usted, es una expresión de amor»… muchas personas cocinan, limpian o planchan por amor, y no lo harían por dinero, para nadie más.

«La decisión de amar a su cónyuge tiene un tremendo potencial. Aprender su lenguaje principal de amar hace que ese potencial se vuelva una realidad», incluso aunque sintamos que nuestra pareja ya no nos ama, pues «el amor es un hacedor de milagros».

Finalmente, Chapman afirma que estos cinco lenguajes del amor también son aplicables a los niños: «Si usted observa su conducta va a aprender su lenguaje principal de amor», pues «su conducta estará motivada por sus propios deseos emocionales». «Los padres pueden amar sinceramente a sus hijos (…) pero la sinceridad no es suficiente. Debemos aprender a hablar el lenguaje principal de amor de nuestros hijos si queremos llenar su necesidad de amor». Los niños necesitan palabras de afirmación para sentirse bien, a todas las edades, para tener autoestima suficiente y aprender a enfrentarse a los problemas cuando sean adultos. Tiempo de calidad para un niño es jugar con él, bajándose a su nivel, pero también haciendo cosas juntos según su edad, e interesándose por sus intereses. El lenguaje de los regalos es, a veces, hablado de forma excesiva por los padres, pues es fácil, pero para muchos niños ese no es su lenguaje y no los valoran lo suficiente. Para los que valoran los regalos, suelen valorar la imaginación más que el precio (arreglar viejos juguetes, construir nuevos, manualidades…). Los padres siempre hacen actos de servicio por los hijos pero éstos suelen verlos como naturales y no darles importancia. Hay que observar la importancia que le dan a actos que ellos no den por supuesto su implicación (arreglarles algo roto, ayudarles en alguna de sus tareas o proyectos…) y también si ellos se ofrecen a ayudar. Ya hemos dicho la importancia del toque físico en los niños, lo cual también es válido en adolescentes (aunque puede que no les guste delante de cierta gente). En cuanto tengan edad suficiente, se les puede explicar estos lenguajes del amor.

Como conclusión, Chapman añade que cuando estamos vacíos de amor «las parejas tienen la tendencia de entrar en discusiones y separarse (…) pero cuando el tanque de amor está lleno creamos un ambiente de amistad, un ambiente que propende al entendimiento, que permite las diferencias y arregla los problemas»… porque hay amor y se nota ese amor. Mientras Chapman simplifica los tipos de lenguajes del amor en cinco, la realidad es más compleja, pero esa simplificación es estupenda para mejorar casi todas las relaciones de pareja. Por su parte, Gray resalta las diferencias entre hombres y mujeres en distintos libros como el ya citado o «Marte y Venus en el Dormitorio» (1996). Terminamos con unas frases para reflexionar, del primero de esos libros:

  • «El modo más fácil de abortar una discusión es decir «Lo siento».»
  • «Para las mujeres: Recuerda que el hombre busca claves que le digan cuándo y cómo ayudar. Espera a que se lo pidan».
  • «Para los hombres: Recuerda que la mujer, instintivamente, no pide apoyo cuando lo necesita».
  • «El mejor modo de ayudar a un hombre a crecer es deja de intentar cambiarlo».
  • «Los hombres quieren que se confíe en ellos, y las mujeres que cuiden de ellas».
  • «El amor no es siempre fácil. A veces, exige trabajar duro.»

Os dejamos una poesía para recordar todo lo ya dicho:

TRANSMITIR AMOR       (© J. Galindo G.)
Hay que amar. Ama el amar.
No basta con amar. Hay que actuar.
El amor es para sentirlo. Y para transmitirlo.
Para vivirlo. Y para disfrutarlo.
Para cultivarlo. Y abonarlo.Necesario para la gente. Necesario pero no suficiente.
Amor sin transmisión es una sinrazón.
¿Cómo transmitir amor a quien amamos?
Para los amantes, lenguajes hay mil.
Cada uno tiene uno, dos o cinco mil.Gary Chapman los estudió.
Los reunió y los sintetizó.
Mejor sólo cinco lenguajes aprendamos.
Mejor sólo cinco, mejor que mil.
Para todos, incluso juvenil e infantil.Uno. Palabras de afirmación.
Expresa lo que amas con devoción.
Dile lo que sientes, ¡vamos!.
Apoya al ser amado en todos sus proyectos.
Piropea, adula, exalta sus mejores aspectos.Dos. Tiempo de calidad.
Es la búsqueda de intimidad.
Darse atención en exclusiva, deseamos.
Escuchar, sin juzgar, para comprender los sentimientos.
Comunicar sentimientos, más que pensamientos.Tres. Recibir regalos.
Mejor dar regalos, que palos.
El regalo es el tiempo en el que lo pensamos.
No han de ser caros, ni semanales.
Pueden ser manuales, o banales.Cuatro. Actos de servicio.
El lenguaje más auténtico, auspicio.
Jesús nos instó a que lo hagamos.
Hacer cosas que el amado desea y agradece.
Actos valiosos, los más repelentes. Lo merece.

Cinco. Toque físico.
Para niños y adultos, con efecto metafísico.
Al cuerpo físico alabamos, como tántricos lo adoramos.
Masajes, caricias, roces, besos… ¡uhm! disfrutarlo.
El cuerpo es para tocarlo. Abrazarlo y apretarlo.

El que ama, ama con pasión, no puede ser inerte.
Amamos porque lo deseamos, con voluntad fuerte.
Escuchamos los deseos de los que amamos.
En su propio lenguaje ya les hablamos.
Expresamos nuestros deseos, sin exigencias a lo amado.
Y al morir, tendremos consciencia de haber fuerte amado.

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