Dos Simples Soluciones para Reducir la Crisis: Gastar y Trabajar MENOS

Yo no soy economista, pero lo que es obvio es que los que mandan en las finanzas y los presidentes de los países entienden bien poco de economía (pensando bien, porque puestos a pensar mal la cosa es más grave y habría que acusarlos de maldad, que es peor que de ignorancia).

Estamos ya cansados de ver cómo el dinero público se despilfarra por todos los lados (en el senado y en diputaciones, en los ayuntamientos, en los ministerios, en las comunidades autónomas, en las cajas de ahorros…). El dinero sobra para las cosas más extravagantes, como el carísimo escudo antimisiles (dicen que costará 100.000 millones de euros, que luego son más, y que se los llevará EE.UU., que es quien maneja el negocio de las armas a nivel mundial, y más sabiendo que la brillante idea de un escudo antimisiles nació con el presidente George W. Bush, nombrado el peor presidente de la historia de EE.UU.). El escudo antimisiles es una estrategia de EE.UU. para sacarle dinero a los tontos europeos.

Por otra parte, por toda Europa estamos viendo reducciones de plantillas (empezando por los trabajadores públicos), reducciones de salarios (empezando por los trabajadores públicos), y reducción de las renovaciones laborales (empezando por los trabajadores públicos).

Ante este panorama, hay dos simples actuaciones con las que reconducir la crisis, si es que queremos hacer algo serio:

1. Reducir las Pérdidas de Dinero Extravagantes: Sirvan los siguientes como unos pocos ejemplos, pero si hay duda de si algo es extravagante, que se convoque un referéndum para todas las dudas. Eso es democracia real.

• Escudo antimisiles: Es extravagante… es una de las cosas que aprendimos del 11-S… ¿Sirvió de algo el escudo antimisiles de EE.UU.?
• Demasiados políticos: También es extravagante que las comunidades autónomas, especialmente las uniprovinciales, tengan tantísimos diputados autonómicos (más de 1.200 mantenemos con el lujo inmerecido de su cargo… 120 diputados sólo en Madrid, más que en el parlamento andaluz, que hay 109). Y también es extravagante mantener un senado inoperante (y con absurdos gastos), o un congreso que podría ser más barato y representar mejor al pueblo.
• Paraísos fiscales: Es extravagante que todos paguemos impuestos, menos los muy ricos que evaden en un paraíso fiscal, paraíso criminal, donde puedes evadir impuestos y poner a salvo el botín de cualquier crimen contra la humanidad sin ruborizar a los gestores del susodicho paraíso del crimen.
• Demasiados gastos militares: Es extravagante que se preste dinero a Grecia para salir de su crisis, pero exigirle que compre armamento y submarinos a Francia y Alemania, como denunció hace pocos días un parlamentario europeo de Los Verdes.
• Deuda pública: No es posible salir de la crisis aumentando sin límite la deuda pública, o confiando en que los políticos sabrán establecer sabiamente un límite sensato. Ya lo dijimos: El déficit cero es básico para la sostenibilidad económica y ambiental.
• Gastos en torturar animales: Es extravagante, para terminar estos ejemplos, que se subvencione con dinero público la tortura de animales por diversión (me refiero a los toros, claro, una brutal excepción en la legislación europea).

2. Trabajar Menos, REDUCIR la Jornada Laboral para REPARTIR el Trabajo:

• El trabajo a tiempo parcial es una sencilla medida de reparto social más justo. El descenso en los ingresos se debería compensar con mayor tiempo libre para formación, relaciones sociales, ocio, voluntariado (que podría fomentarse con algunas ventajas). Seguro que hay funcionarios públicos que aceptarían trabajar menos horas.
• Hacemos hincapié en la palabra REPARTIR, como ya dijimos cuando hablamos de los problemas de la  Superpoblación. Repartir mejor el trabajo es urgente, y más ahora que las máquinas nos ahorran tantísimas horas de trabajo. Keynes, para algunos el mayor economista del siglo XX, «decía que tres horas de trabajo diario eran suficientes». Bertrand Russell «decía que bastaban cuatro» (según se afirma el libro de «Vivir (bien) con menos» de Linz, Riechmann y Sempere). John Stuart Mill recomendaba «perfeccionar el arte de vivir» en vez de «estar absorbidos por la preocupación constante por el arte de progresar» (Principios de economía política, 1848).
• Algunos quieren resolver la crisis reduciendo fiestas y trabajando más (caso de la CEOE, o de la Comunidad de Madrid con su profesorado), pero si el problema es que hay mucho paro, o sea, que no hay trabajo, la solución no es trabajar más, sino trabajar MENOS y MEJOR (eso sí que es importante).
• En otro artículo hemos enumerado las consecuencias de este mejor reparto del trabajo: ¿Qué pasaría si se redujera la jornada laboral? (hacia una economía sostenible), y las buenas consecuencias de esta medida junto con la Renta Básica: dos erres urgentes.

Por supuesto que esta propuesta no está exenta de problemas… y sospecho que los profesores de Madrid también irían a la huelga si se les pide que trabajen menos, ganando menos. Pero hay que explicar que a cambio, ningún profesor perderá su trabajo. Esta no es una medida demagoga, pero la sostenibilidad económica y ecológica pasan por REPARTIR mejor lo que hay (bienes, y trabajo):

Toda nuestra riqueza procede de la Naturaleza, de la Madre Tierra
(leáse al economista De Jouvenel)

Si conseguimos REPARTIR mejor la riqueza, estaremos haciendo más justicia. Es cierto que muchos ganaremos menos, pero eso nos llevará a consumir menos cosas superfluas, lo cual es bueno para la Madre Tierra (mira este vídeo para saber porqué). No tenemos que elegir entre «pobreza de bienes o pobreza de tiempo» sino entre mayor o menor justicia.