Por un uso responsable de Internet para reducir su INMENSO impacto ambiental

Internet lo forman miles de ordenadores que consumen como si fuera el SEXTO país más contaminante del mundoInternet se ha convertido en una herramienta esencial para muchas cosas importantes: ocio, educación, cultura, teletrabajo, activismo, relaciones personales… Sin embargo, también supone una huella ecológica muy elevada. Si Internet fuera un país, sería el sexto más contaminante del mundo, sin contar la huella ambiental de la fabricación de los millones de dispositivos que se utilizan para acceder a la red. Internet consume el 10% de toda la electricidad del mundo.

Cada búsqueda en Internet libera 0.2 gramos de CO2, mil búsquedas equivale a conducir un coche durante un kilómetro. Obviamente, almacenar y transmitir una película contamina algo más que una búsqueda. Solo dejar el ordenador «suspendido» (sin apagar) tiene un impacto en el planeta (igual que dejar la TV o la impresora en modo stand by). El uso de bitcoins requiere un consumo bestial de energía y de cientos de computadoras dedicadas a esa gestión.

El consumo insensato acabará con nuestra civilización

Amazon es un mal negocio para el planeta: Si pides dos libros te llegarán en paquetes distintos, porque uno viene de Hong Kong y otro de Massachusetts. El exceso de embalajes es el menor de los problemas. También tenemos alta contaminación por los transportes personalizados, cierre de pequeños comercios, reducción de empleo, consumismo, pérdida del consumo local

Una de las cosas mejores de la tecnología es que reduce las horas de trabajo. Esa ventaja se aprovecharía mejor si se redujera la jornada laboral. Es decir, hay que repartir entre todos las ventajas de la mecanización y de Internet. Urge subir los impuestos a grandes empresas y bajar las horas de trabajo (aunque sea poco a poco). En vez de despedir empleados, las empresas pueden repartir las horas de trabajo (algunas empresas ya lo hicieron en la crisis de 2008). Conviene anticiparse a la gran crisis que se nos avecina.

Por otra parte, también Internet evita contaminación (teletrabajo, videoconferencias, GPS…). Sin embargo, el mal uso hace que los ahorros sean insignificantes. Usar el GPS es muy útil, pero no parece razonable usarlo para todo en vez de organizar el trayecto con el clásico «mapa». El consumo de energía es muy alto y, además, estamos haciendo que nuestro cerebro trabaje menos, ya que el GPS nos dice por donde ir sin necesidad de hacer el «esfuerzo» por orientarnos nosotros mismos. ¿Estamos dejando que las máquinas dirijan nuestra vida o somos nosotros los que tenemos el timón? Harari nos advierte del poder de los algoritmos.

¿Qué porcentaje de uso de Internet es para cosas banales, directamente inútiles o incluso negativas? No es fácil responder, pero nos quedaremos cortos si contestamos que mínimo un 80% del uso de Internet no aporta beneficios suficientes para compensar los graves perjuicios de su impacto ambiental.

Y llegó el polémico 5G

No está claro si el 5G será inocuo para la salud (incluso se ha relacionado con el coronavirus porque Wuhan fue elegida para probar el 5G). Ahora bien, para el medio ambiente el 5G será algo nefasto. Bruselas o Florencia han dicho no al 5G. Esta tecnología aumenta las ondas electromagnéticas, aumenta el consumismo de datos y de productos, y además requiere muchas más antenas, satélites… todo con un altísimo impacto ambiental. «El 5G es una idea megalomaníaca» advierte el científico A.M. Turiel, añadiendo que «solo tiene sentido bajo la suposición de que el mundo tiene recursos ilimitados y que podremos tapizarlo con antenas para poder transmitir en 1,2 segundos la última película de moda«.

Algunos dicen que la solución es usar energías renovables para Internet. Las renovables son muy buenas y abogamos por la transición energética urgente, pero es imposible generar con renovables todo el consumo actual de energía del mundo. Es decir, la transición energética requiere obligatoriamente reducir el consumo. Pensemos que la energía empleada para fabricar dispositivos es unas 5 veces más alta que la energía que esos dispositivos emplean a lo largo de toda su vida.

Mantener Internet como hoy será difícil en el futuro (teniendo en cuenta energía, materiales y el sistema productivo). Si no moderamos nuestro consumo de energía (también en Internet), veremos caer servicios que ahora pensamos que estarán siempre disponibles. Urge clasificar los contenidos de Internet en por lo menos dos categorías: contenidos superfluos y contenidos importantes. Deberíamos tender a eliminar los contenidos superfluos de Internet o, al menos, limitar su uso. Así, cosas importantes (como la Wikipedia o vídeos educativos) podrán seguir activos en un futuro de escasez energética.

La estupidez de un WhatsApp cada «x» minutos

Cada minuto se envían en el mundo 38 millones de mensajes de WhatsApp, se visualizan 266.000 horas de Netflix, 4,3 millones de vídeos en YouTube y se realizan 3,7 millones de búsquedas en Google. ¿En serio necesitamos tanto?

Tal vez ahora pienses dos veces antes de conectarte a Internet (salvo que quieras leer Blogsostenible). Ahora bien, como no lo hagamos todos, o se organice desde los gobiernos, la cosa pinta mal: el colapso está cada día más cerca.

♥ Más datos, datos, datos…

Acerca de Pepe Galindo

Estamos en el mundo para aprender y ayudar y, si es posible, disfrutar. Es autor de libros como "Salvemos Nuestro Planeta", "El buscador de lo inefable" y "Relatos Ecoanimalistas"; ademas de publicar regularmente en dos blogs: 1) blogsostenible.wordpress.com y 2) historiasincontables.wordpress.com
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9 respuestas a Por un uso responsable de Internet para reducir su INMENSO impacto ambiental

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