Vehículos Eléctricos en Málaga: Datos Técnicos Útiles

No hace falta dar números para afirmar rotundamente que será muy complicado conseguir que el coche, tal y como lo usamos hoy en los países ricos, sea algo sostenible y ético (independientemente de la tecnología del mismo, salvo con algunas futuristas condiciones). Decía Lucila Rodriguez-Alarcon que «nos encantan los números pero en el caso de la crisis ecológica son innecesarios, nos estamos cargando el planeta pese a que poseemos los conocimientos y la tecnología suficientes para no hacerlo».

La movilidad motorizada crece de forma insostenible, y hay muchos datos que lo demuestran. El coche eléctrico (del que ya hubo un interesante debate en BlogSOStenible) no puede ser la solución para que los ciudadanos del mundo podamos desplazarnos cómodamente. Decía Joaquín Araújo que «no llega al 9% el porcentaje de humanidad que viaja en coche», y el científico Antonio Turiel decía directamente que el coche eléctrico es un grave error.

El sector del transporte es el que más energía consume (el 40% del total), destroza hábitats, y es el que más emisiones contaminantes emite: Calentamiento global, lluvia ácida… sin contar los problemas de la dependencia del petróleo y su agotamiento (argumento demasiado olvidado para defender las energías renovables). Pero aunque solucionáramos el problema de la enorme cantidad de energía que consume el transporte, no podemos olvidar la inmensa cantidad de espacio y materiales que requiere un coche, y los enormes daños que la minería provoca por todo el mundo.

También hay que decir que la sociedad industrializada no va a rechazar el coche para buscar una sociedad más sostenible y justa. En este contexto, es posible que el coche eléctrico pueda ser un paso intermedio hacia una sociedad plenamente sostenible y, por eso, merece que hablemos de él en este momento histórico, sin dejar de insistir que la plena sostenibilidad es posible, pero siempre sin usar coches de forma generalizada: El coche en propiedad, para uso privado, siempre será un artículo de lujo a nivel mundial.

La excusa para sacar este tema es el proyecto ZeM2ALL puesto en marcha en Málaga para reducir las emisiones promoviendo el coche eléctrico, y una Jornada sobre el Vehículo Eléctrico que organizó el jueves pasado el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Málaga junto con Endesa, el CACITI y la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Málaga. Sin que esto pretenda ser un resumen de esa jornada, sí que expondremos resumidamente algunos de los datos que allí se expusieron, tales como que un aparato de aire acondicionado gasta más que un coche eléctrico, o que un millón de vehículos eléctricos supondría un incremento de la demanda eléctrica sólo del 7%.

El Proyecto ZeM2ALL, a pesar de que su nombre viene de «Zero emissions» no conseguirá las cero emisiones de CO2: La fabricación de los coches requirió emisiones, y Endesa, la empresa energética que participa en el proyecto, produce electricidad con muchas centrales térmicas y nucleares (lo que implica emisiones de CO2 y residuos nucleares). Sin embargo, es interesante destacar que el gobierno de Japón eligiera Málaga para este proyecto piloto, con el objetivo de probar 200 coches eléctricos iMiEV de Mitsubishi de forma real, en un entorno real, y con gente y empresas reales.

Para ello se han repartido PDR (Puntos de Recarga) por distintos lugares de la ciudad: Electrolineras, que permiten la carga “rápida” de la batería: 30 minutos para cargar el 80% de la batería (15 minutos para el 60%). La carga “rápida” es lenta si la comparamos con los coches de combustión tradicionales, pero hay que pensar que el vehículo eléctrico se cargará normalmente usando una carga lenta (6-8 horas) durante el tiempo de reposo (pensemos que los coches se pasan aparcados la mayor parte del tiempo, y que cargar de forma lenta es más barato porque no necesita tanta potencia). Además, la carga lenta se puede programar (para que empiece a las 1 de la mañana, por ejemplo) de forma que saque partido de tarifas nocturnas más baratas y también para evitar el consumo simultáneo con otros aparatos domésticos.

Respecto a la eficiencia del vehículo eléctrico ronda el 28% (globalmente, del pozo a la rueda), lo que es mucho mejor que cualquier otro sistema de coche, pero incomparable con la eficiencia de la bicicleta que supera el 90% (análisis comparativo). El coste del coche eléctrico es un cuarto de uno diesel, y tiene similar reducción respecto a las emisiones.

Un aspecto interesante es que el diseño de un coche de combustión interna tradicional está condicionado por la mecánica, mientras que el vehículo eléctrico es más flexible. Esto hace que se pueda mejorar mucho el diseño para, por ejemplo, bajar el centro de gravedad y aumentar la estabilidad y seguridad del vehículo. Aparte de la reducción de ruido en la ciudad, es posible que veamos pronto ventajas añadidas para estos vehículos: prioridad para aparcar, vías rápidas exclusivas…

El Mitsubishi i-MiEV que veremos por Málaga tiene 4 plazas, tracción trasera, alcanza los 130 Km/h, y su consumo urbano es de 13.5 Kwh/100 Km., siendo más potente que un coche convencional normal, y está asegurado y probado en condiciones muy diversas (de frío, humedad…). El consumo eléctrico podrá pagarse junto con la factura de electricidad. Sin olvidar que requiere un cambio de refrigerante cada 400.000 Km. ó 20 años, una interesante cualidad es que el coche te avisa si no tienes carga suficiente para el viaje programado (teniendo en cuenta el tráfico existente en las vías). El sistema busca las electrolineras más cercanas a nuestro recorrido, e incluso permite reservar hora para que no tengamos que esperar para una carga “rápida”.

Como conclusión, podemos asegurar que la palabra electrolinera pasará pronto al vocabulario común, y al diccionario de la RAE.

Más sobre esto:

• Coche sostenible: Sólo si es MUY compartido, con energía renovable…
• Ya puedes pagar en tu casa por electricidad renovable: Energía 100% renovable como paso previo indispensable para cambiar la sociedad.