El cariño de un perro: ¿Por qué adoptar y NO comprar mascotas?

Por Estela Berzal M. (animalista en Facebook) y Twitter @StellaMarber)

Cuando empecé a escribir este artículo, recordé a todos aquellos amigos y conocidos que, desgraciadamente, han perdido un familiar de cuatro patitas hace poco, y están pasando su duelo; y aunque haya quienes piensen que lo que acabo de decir es una barbaridad, no exagero.

Supongo, pues no soy madre, que cuando uno piensa traer una vida humana a este mundo, debe hacerlo consciente de la trascendencia de sus actuaciones, así como de las necesidades, incluida la afectiva, de esa nueva vida.

A menudo, fechas tan señaladas como la navidad o el cumpleaños de un niño, por no referirme a la aspiración deportivo-asesina (caza) de muchos adultos, son motivo suficiente para la compra indiscriminada de perros, y de que muchos malos “criadores” hagan su particular “agosto”.

Una vez pasada la ilusión por el perrito o terminada  la época de caza, muchos los abandonan a su suerte, maltratan o vejan (caso de muchos galgos). Con suerte los llevan a una protectora, y con mala suerte, terminan en la perrera o abandonados en la calle o en el campo. Concretamente, la Protectora de Animales y Plantas de Málaga recogió 1.791 animales el año pasado. Los perros y gatos no son animales salvajes, ni objetos de consumo.

Las razones del abandono son variadas: «como es un cachorro, tiene mucha actividad y no tengo tiempo para sacarlo»; «me ha destrozado la tarima flotante de mi casa y ha mordido los muebles»; «quiero viajar y no tengo con quien dejarlo»;  «me dijeron que era de pedigrí y ahora resulta que es mestizo»; «necesita muchos cuidados y me quita tiempo para mí»; «ha tenido infección en un ojo y se ha quedado ciego» (como el caso de Muffin, un shar pei que finalmente fue operado y felizmente adoptado en un hogar).

Parece ridículo, pero esas son las razones más frecuentes con las que se encuentran las personas que, casi siempre de forma voluntaria, se dedican a ir recogiendo a estos “peludos amiguitos de cuatro patas”, abandonados por gente sin conciencia del daño que hacen a ellos y a la sociedad. Resulta llamativo como se pone de moda una raza, se compran en criaderos o en tiendas de animales, y cuando pasa la moda los abandonan y esa moda llega entonces a perreras y a protectoras de animales. Lo que querían era lucirlos, sin pensar que los perros tienen sentimientos.

Todavía recuerdo el día en que me acerqué al veterinario y me encontré con una señora que según palabras textuales, me dijo: “Vengo a ver si le ponen la inyección a mi perro”. Pregunté: “¿La vacuna?”. Me contestó: “No”. Y empezó a sollozar. Entonces le dije: “¿Qué le pasa?”. A lo que me respondió: “Respira muy mal y por la noche no me deja dormir. Me quedé viuda hace cinco años y durante este tiempo me ha hecho mucha compañía, pero ahora, necesito un perro más pequeño”. Cuando salió de la consulta, no llevaba a su perrito.

¡No os asustéis! Ella pagó la dichosa inyección y se fue tranquila porque su perrito ya no iba a sufrir. Pero gracias a otra persona, con un corazón que no le cabe en el pecho, hoy ese perrito sigue su tratamiento y está fenomenal rodeado de cariño.

En cuanto a los criadores, ¿qué os puedo decir? A menudo, encierran a las hembras y a los machos en jaulas, en pésimas condiciones, y exprimen a las hembras hasta que ya no pueden producir más cachorros…. su final ya sabemos cual es, sacrificarlas o abandonarlas. ¿¿¿Por qué no se prohíbe en España la venta de perros y gatos en las tiendas de animales que proceden de criadores comerciales al igual que en Los Ángeles (EE.UU)??? En España, los animales de las protectoras no llegan a las tiendas, pero todas las sociedades protectoras los ofrecen gratis (o casi) para el que quiera recibir su cariño. Por desgracia, las perreras y las protectoras están llenas de animales abandonados.

Mi familia ha tenido muchos «animalitos» en casa: pajaritos, peces, tortugas (de tierra y de agua) y hasta un erizo. El perrito llegó el último. Fue un regalo anticipado de navidad… ¡El más grande y valioso que jamás nos han hecho a toda la familia!

Cuando llegó a casa procedente de Huesca, venía sin ropa. Digo esto, porque el criador se comprometió a mandarlo, entre otras cosas, vestido con una camiseta pues hacía mucho frío. El mismo día, lo llevamos al veterinario y tras reconocerlo, todo pareció estar bien, aunque escasamente tenía los dos meses y le habían puesto en muy poco tiempo unas cuántas vacunas. Esto sucedió un viernes. El domingo, tuvimos que ingresar a mi perrito en el hospital con un parvovirus. Apenas pesaba un kilo.

El lunes llamé a la tienda que lo había vendido. Indignación, impotencia, rabia… no sé qué sentí. El dueño, en un estado muy tranquilo, pues no era la primera vez que le sucedía, me dijo que les enviara el diagnóstico del hospital junto con el perro; que estaba en garantía (como una lavadora) y que procederían a enviarme otro de iguales características. Suena brutal pero es la verdad, la cruda realidad.

Gracias a Dios y a dos ángeles que tiene como veterinarias, hoy está con nosotros. Otros perritos de razas más grandes fallecieron. Había que ver cómo lloraban sus familiares. Aún recuerdo una chica que tenía un pastor alemán ingresado por lo mismo. Hacía pocos meses se le había muerto otro por la misma enfermedad. Todos procedentes de criaderos y tiendas…

Se supone que lo que nos diferencia de los animales es que nosotros «razonamos». Piensa antes de buscar un animalito: ¿qué estás dispuesto a hacer por él, y a qué no te importaría renunciar? Te aseguro, que él NUNCA te va a ABANDONAR, y que no encontrarás un AMOR más desinteresado que el suyo.

¡¡¡No compres, ADOPTA!!! Antes de comprar un perro pásate por una perrera (allí tienen los días contados) o por protectoras, refugios o asociaciones de animales (allí disponen de algo más de tiempo). Lo que ves allí es la triste realidad de su día a día, esperando que llegue alguien que les dé cariño, un sitio donde resguardarse y algo de comida. Ellos a cambio te darán su vida entera. Incluso aquellos que han sido maltratados por el hombre vuelven a confiar una y otra vez en la raza humana. Cuesta creerlo pero es así.

Me gustaría que algún día la gente se conciencie de que tener animales en sus vidas es muy saludable: para los niños (aumenta sus defensas, reduce alergias…), para sentirse acompañado, te dan muchas alegrías… entre otros beneficios. Y el gasto económico no es tanto (tan sólo hay que saber organizarse).

No dejéis de ver este video, «Cuando me cansé de ti«:

Gracias a todos los voluntarios/as de las protectoras y otros anónimos por su labor diaria, a las veterinarias Sira y Esther del hospital veterinario Galacho de Málaga, y mi recuerdo especial para Riky, Priscas, Willy, Alma, Gabana… y tantos otros que ya han cruzado el arcoíris.

Si quieres colaborar, contacta con alguna protectora de tu región, hazte casa de acogida, busca grupos en Facebook, hazte socio de alguna ONG animalista (Igualdad Animal, Animanaturalis…), y mucho más.

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