Quemar Basuras es de Idiotas: Cerremos Incineradoras, y luego los Basureros (y una buena noticia, al final)

No he encontrado mejor documental ambiental y humanitario que «LA HISTORIA DE LAS COSAS» de Annie Leonard, una exposición clara y completa de los mayores problemas de nuestro planeta y de lo que es bioeconomía. En el documental nos cuenta que casi todo lo que se vende tiene una HISTORIA que se resume en 5 fases:

Ver el documental de «La historia de las cosas»

1. Extracción: Todo lo que usamos procede de la Naturaleza, como dijo De Jouvenel. Lo que compramos puede haber ocasionado graves impactos en algún lugar.
2. Producción: Muchas cosas son fabricadas usando productos tóxicos, y sin pagar salarios dignos en lugares alejados de nuestra vista. Por cada cubo de basura en nuestra casa, se generan en la industria unos 70 cubos de basura, que suele ser muy tóxica e imposible de neutralizar (esto demuestra que reciclar no es suficiente).
3. Distribución: En las tiendas y la publicidad todo parece bonito, pero desgraciadamente esconden mucho detrás (contaminación, violación de derechos humanos…).
4. Consumo: Las casas de los países ricos se suelen llenar de trastos que no suelen utilizarse.
5. Deshecho: Lo que ya no nos sirve lo tiramos y… ¿Qué se hace con eso? Muy poca gente lo sabe o le preocupa. Lo óptimo es recuperar parte de la basura aún reciclable y, con el resto se hacer biogás, o compost orgánico para conseguir abono (que puede estar contaminado de tóxicos si no se hace una buena recogida selectiva de RSU). Pero lo normal es que las basuras se quemen o se depositen en un vertedero.

Al final del documental se muestra que ese esquema lineal no es sostenible y que sobran los basureros e incineradoras, pues tras consumir algo hay que reintroducirlo en el ciclo del consumo, o devolverlo a la Naturaleza.

Quemando basuras perdemos recursos y contaminamos lo que respiramos

Lo peor es QUEMAR las basuras, porque lo que llamamos «basura» son, en realidad recursos naturales, y su incineración envenena el aire con dioxinas (supertóxicos cancerígenos), metales pesados venenosos y otros tóxicos (tolueno…) que además de producir cáncer, afectan al sistema inmunitario, reproductivo, y respiratorio (asma, alergias…). En general, estas sustancias tóxicas son asimiladas por la flora y fauna, pasando a la cadena alimentaria por donde llegan al ser humano.

Además, la incineración es un proceso caro que emplea combustibles fósiles (aunque se recupere parte de la energía), nefasto para el clima, y que evita la recuperación de materiales, lo que obliga a explotar más la Naturaleza.

En España ya existen 10 incineradoras (ninguna en Andalucía), pero hay que sumar la incineración que se hace en industrias cementeras, que ya son muy contaminantes por sí mismas (y sí las hay por la geografía andaluza, como la supercontaminante cementera junto a la playa de La Araña en Málaga capital).

Buenas noticias: El gobierno de Navarra descarta la incineradora de residuos y busca opciones más baratas (1-3-2012, aquí hay más datos sobre el tema). Es urgente una ley integral para el tratamiento de residuos, y evitar las incineradoras que hay previstas en Asturias, País Vasco, Galicia y Madrid. Lo que habría que hacer es, aparte de desincentivar el consumo (algo políticamente incorrecto), recuperar y reciclar la mayoría de nuestras basuras para acercarnos al objetivo del 100% (basura cero), que nos permitiría cerrar basureros e incineradoras. Igual que está prohibido tirar un papel al suelo, también debería estar prohibido tirar una botella de vídrio a la basura. ¿Faltan leyes o educación?

• Información adicional: Dibujos animados de la serie «Érase una vez el Hombre» sobre la basura que producimos, y la herencia que dejamos a las siguientes generaciones.